6
Me levanté para correr la cortina y encender la lámpara de la mesita supletoria, pero Laura me pidió que no hiciera ninguna de las dos cosas. Quería seguir disfrutando de la luz crepuscular hasta su total extinción.
Vivo en una cuarta planta, desde donde se divisa un implacable paisaje urbano. Por esa razón, suelo tener echadas las cortinas incluso de día.
Cuando se esfumó el último rastro de claridad, Laura sacó de su bolso de terciopelo negro un paquete alargado envuelto en un paño blanco, que abrió con delicadeza, dejando al descubierto una baraja.
Luego me dijo que le gustaría echarme las cartas. Si yo no tenía inconveniente, claro.
Al principio pensé que estaba bromeando. Pero Laura tenía poco desarrollado el sentido del humor. De todas formas, esta propuesta no me sorprendió demasiado.
Ella no apartaba sus ojos grises de mí y yo no podía apartar de mi mente la sonrisa burlona de Aurelio. Desde luego, no tenía por qué enterarse de este episodio.
─No tengo interés en saber nada. Estoy contento con mi vida. Dudo, además, que las cartas puedan desvelar el futuro. Y si así fuera, no estoy seguro de querer conocerlo de antemano.
─¿No tendrás miedo?
─¿Por qué iba a tenerlo?
─Sólo pregunto. Se trata de una simple tirada de cartas, de la que a lo mejor sale algo importante para ti.
─¿Algo importante?
─Sí, alguna indicación o sugerencia que puedes tener en cuenta o ignorar olímpicamente.
(Continuará)
Vivo en una cuarta planta, desde donde se divisa un implacable paisaje urbano. Por esa razón, suelo tener echadas las cortinas incluso de día.
Cuando se esfumó el último rastro de claridad, Laura sacó de su bolso de terciopelo negro un paquete alargado envuelto en un paño blanco, que abrió con delicadeza, dejando al descubierto una baraja.
Luego me dijo que le gustaría echarme las cartas. Si yo no tenía inconveniente, claro.
Al principio pensé que estaba bromeando. Pero Laura tenía poco desarrollado el sentido del humor. De todas formas, esta propuesta no me sorprendió demasiado.
Ella no apartaba sus ojos grises de mí y yo no podía apartar de mi mente la sonrisa burlona de Aurelio. Desde luego, no tenía por qué enterarse de este episodio.
─No tengo interés en saber nada. Estoy contento con mi vida. Dudo, además, que las cartas puedan desvelar el futuro. Y si así fuera, no estoy seguro de querer conocerlo de antemano.
─¿No tendrás miedo?
─¿Por qué iba a tenerlo?
─Sólo pregunto. Se trata de una simple tirada de cartas, de la que a lo mejor sale algo importante para ti.
─¿Algo importante?
─Sí, alguna indicación o sugerencia que puedes tener en cuenta o ignorar olímpicamente.
(Continuará)
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