SONETO Nº 12
DE
ANTONIO PAVÓN LEAL
Los herbazales secos del verano,
indómita cabellera aleonada,
resisten del calor la turbonada
y los fieros embates del solano.
Bajo el implacable sol un milano
sobre su presa acezante y abrasada,
un ratón de pelambre atabacada,
circunvuela cada vez más cercano.
El cielo azafranado de la tarde
una legión esconde de dragones.
Chirría la chicharra. La tierra arde.
La campana lanza apagados sones.
Que el rubicundo délfico nos guarde
de estos tórridos días de tizones.
De “Sonetario”
indómita cabellera aleonada,
resisten del calor la turbonada
y los fieros embates del solano.
Bajo el implacable sol un milano
sobre su presa acezante y abrasada,
un ratón de pelambre atabacada,
circunvuela cada vez más cercano.
El cielo azafranado de la tarde
una legión esconde de dragones.
Chirría la chicharra. La tierra arde.
La campana lanza apagados sones.
Que el rubicundo délfico nos guarde
de estos tórridos días de tizones.
De “Sonetario”
2 comentarios:
gracias por darnos algo de tu verdadero ser
La poesía, si es auténtica, descubre siempre el verdadero ser. Ése es su sentido profundo. La poesía constituye también una respuesta que surge más allá de nuestras contradicciones y miserias. Gracias, anónimo, por tu comentario.
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