POR UN TÉRMINO ‘DIVERSO’
El término de ‘personas con diversidad funcional’ cuenta con poco más de dos años de existencia. Fue acuñado en el Foro de Vida Independiente para superar la negatividad de los términos que se aplicaban al colectivo con anterioridad: minusválido, discapacitado, in-válido... Tales términos limitantes y/o despectivos llevan aparejada la idea de que las personas que son así etiquetadas ‘valen menos’ o, incluso, de que son inútiles. Las mujeres y los hombres con diversidad funcional están alejados, en sus parámetros biofísicos, de los patrones que definen la ‘normalidad’ de la población. Así, una persona sorda se comunica a través de los ojos y un sistema de gestos y signos, mientras que el resto de la población lo hace fundamentalmente mediante la palabra y el oído. Sin embargo, ambos realizan la misma función: la comunicación.
Las diferentes características de las personas con capacidades diversas obligan a éstas a realizar las mismas funciones de manera diferente, por lo que en algunas ocasiones, precisan de ayudas técnicas y, en otras, de asistencia de terceras personas.
Por otra parte, esta sociedad no ha contemplado la posibilidad de integrar plenamente la diversidad en todos sus ámbitos (educación, transporte, ocio, trabajo, etc.). Es de esta falta de integración social, que piensa exclusivamente en la mayoría ‘normal’ (en el sentido estadístico del término), de donde nace la discriminación que sufre este colectivo.
Las diferentes características de las personas con capacidades diversas obligan a éstas a realizar las mismas funciones de manera diferente, por lo que en algunas ocasiones, precisan de ayudas técnicas y, en otras, de asistencia de terceras personas.
Por otra parte, esta sociedad no ha contemplado la posibilidad de integrar plenamente la diversidad en todos sus ámbitos (educación, transporte, ocio, trabajo, etc.). Es de esta falta de integración social, que piensa exclusivamente en la mayoría ‘normal’ (en el sentido estadístico del término), de donde nace la discriminación que sufre este colectivo.
Mi buena amiga Marilo Asencio me ha hecho llegar un interesantísimo documento en el que se habla de como las palabras pueden ser discriminatorias y la conveniencia de cambiar nombres que muchas veces dan una idea negativa e incluso a veces vejatoria de los grupos que designan.
He investigado un poco y he descubierto que hay todo un debate en la sociedad por este tema. Desde esta página nos mostramos a favor de sustituir el término "discapacidad" por del de "diversidad funcional".
Para mayor información os invito a todos a visitar http://forovidaindependiente.org/
He investigado un poco y he descubierto que hay todo un debate en la sociedad por este tema. Desde esta página nos mostramos a favor de sustituir el término "discapacidad" por del de "diversidad funcional".
Para mayor información os invito a todos a visitar http://forovidaindependiente.org/
2 comentarios:
Comparto tu opinión y visión. Aboguemos por la diversidad funcional. A un lado las etiquetas, please.
Un abrazo y felicidades por el blog.
Hola Jose Manuel
me alegra recibir comentarios tuyos y saber que estás a favor de suprimir esas etiquetas que tanto daño hacen y que solo sirven para encasillar a las personas ahorrándonos, de esa manera, el trabajo de conocerlas de verdad.
He oído hace poco una frase que yo quiero hacer también mía " hay algo que tenemos todos los seres humanos en común y esto es que somos diversos".
Si algo es absolutamernte necesario para la paz y la convivencia, eso debe de ser el aceptar y respetar las diferencias de los demás.
Yo también sigo con mucho interés tu blog, para mi es mi aula de música donde aprendo y disfruto muchísimo.
Recibe un gran saludo, Gonzalo
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