Ha sido anunciada como una visita de 'estricto carácter privado', pero la organización y el despliegue de medios público realizado en torno a los dos días de descanso que va a pasar Muammar el Gadafi en Sevilla han tenido en jaque a las autoridades, las fuerzas de seguridad, los hoteleros y los periodistas.
Fue el pasado día 6, a su llegada a la cumbre UE-África celebrada en Lisboa, cuando se supo de la intención del líder libio -que no jefe de Estado- de visitar varias capitales de Andalucía, como Sevilla, Córdoba y Granada, antes de iniciar su histórica visita oficial a España, que comenzará mañana en Madrid.El carácter privado de la visita fue la excusa para no establecer una agenda que pudiera estar controlada por los ministerios de Asuntos Exteriores y de Interior españoles, que, sin embargo, han tenido que redoblar sus esfuerzos para atender los requerimientos de una visita tan insólita como complicada. Gadafi acude con un séquito de casi 400 personas y se instala en una lujosa jaima que despliega en lugares emblemáticos y alrededor de la cual monta su 'campamento del desierto' -camello incluido-.Tras descartar su visita a Córdoba y Granada -por problemas de tiempo y de desplazamiento de su enorme séquito- reservó los mejores hoteles de la ciudad -Hotel Alfonso XIII, Barceló Renacimiento, Tryp Macarena- para su comitiva. Para él y su jaima reservó toda la Hacienda Benazuza, en Sanlúcar la Mayor, pero 48 horas antes de su llegada cambió de criterio y anuló la reserva para acudir a otra lujosa hacienda, La Boticaria, situada entre Alcalá de Guadaíra y Utrera.Mientras, la Delegación del Gobierno en Andalucía acogía el viernes por la tarde una reunión de urgencia para conocer las últimas decisiones de un viaje que, por su improvisación, por su complejidad organizativa y por motivos de seguridad, han estado dando numerosos quebraderos de cabeza a los funcionarios españoles.Ayer, desde primeras horas de la mañana, todo estaba preparado para la llegada del coronel Gadafi al aeropuerto sevillano procedente de París, donde ha realizado una histórica visita a Francia, invitado por el presidente galo, Nicolás Sarkozy, que ha puesto fin a más de 20 años de veto de la UE al que fuera considerado como impulsor de diversos grupos terroristas árabes.A pesar de que se esperaba que su avión aterrizara en torno a las once de la mañana en el aeropuerto de San Pablo, lo cierto es que sus tres aviones no llegaron hasta pasadas las tres de la tarde. Desde allí, la enorme comitiva de coches de lujo se trasladó escoltada por la Guardia Civil a través de las principales carreteras exteriores de Sevilla -convenientemente cerradas al tráfico para cabreo de los conductores- hasta la hacienda-hotel, a unos 10 kilómetros de la capital.Allí todo estaba ya preparado. Desde la tarde del viernes, los organizadores del séquito ya estaban en La Boticaria comprobando todos los detalles de la visita. La jaima en la que se instala Muammar el Gadafi, y en la que recibe a sus huéspedes conforme a la tradición del desierto, se desplegó en torno al coqueto lago de la hacienda, libre de la mirada de curiosos, ya que se encuentra en una zona no visible desde el exterior.En los alrededores de la finca, un amplio dispositivo de seguridad formado por Policía Nacional, guías caninos y también hombres de rasgos árabes comprobaban cada metro de terreno.SéquitoEl trasiego de coches y camiones era espectacular en la mañana de ayer. No en vano, todo tenía que estar listo para acoger a las más de 350 personas del séquito de Muammar el Gadafi, incluyendo dignatarios, funcionarios, efectivos de seguridad, guardia personas agentes de protocolo e incluso mayordomos y camareros propios. Entre el personal, levantan expectación las 30 vírgenes guardaespaldas con las que se desplaza el coronel.La organización del líder libio reservó 80 de las más de 120 habitaciones de este establecimiento hotelero para albergar a unas 160 personas, aunque se negó a que el resto del complejo acogiera a otros clientes. De hecho, desde el viernes se encontraba ya cerrado al público y solo se permitió el acceso a los clientes de una cena reservada en su restaurante hace tiempo y que fueron obligados a entrar por una puerta secundaria. La organización había solicitado móviles para el séquito y 40 Mercedes, así como numerosos corderos vivos para poder sacrificarlos conforme al rito árabe, desangrándolos, antes de poder comerlos 'puros'.
A las 17.15 llegaba la comitiva a la hacienda entre grandes medidas de seguridad y una enorme expectación mediática, que se traducía en una abrumadora presencia de periodistas y cámaras que contrastaban con la reducida presencia de vecinos y curiosos. Gadafi llegaba en uno de los 16 coches de alta gama que conformaban la caravana y oculto tras unas gafas oscuras.A su llegada a La Boticaria, propiedad del empresario José Antonio Sáenz, el coronel libio sacrificó un cordero a la entrada del complejo hotelero, antes de dirigirse a la jaima a descansar.Por la noche llegó a la hacienda el expresidente del Gobierno, José María Aznar, a quien el líder libio había invitado a cenar como gesto para devolver la visita que el entonce presidente español realizó a Trípoli en 2003. Aznar llegó acompañado de su esposa, Ana Botella, pasadas las nueve de la noche y pasaron la velada los tres solos -acompañados por los traductores y la seguridad- en una cena elaborada y servida por personal del restaurante del hotel.También estaba anunciada una reunión de Gadafi con los líderes jornaleros del Sindicatos de Obreros del Campo (SOC) y con la Comunidad Islámica de España, que pretende construir una mezquita en Sevilla, si bien ayer se 'aplazaron'.Moammar el Gadafi se desplazará hoy hasta la cercana localidad de Gerena para celebrar una cacería en una finca denominada Las Coladas, colindante con los términos de Sanlúcar la Mayor y Aznacóllar.Los responsables del Ministerio del Interior no tenían previsto ayer que el líder libio vaya a pisar la capital andaluza para visitar su centro histórico y confiaban en que Gadafi se limite esta tarde a descansar antes de tomar mañana lunes de nuevo el avión para acudir a Madrid y comenzar la visita oficial a España.Agenda oficialEn esta ocasión, el séquito de Gadafi instalará su jaima en los jardines del Palacio del Pardo, que suele acoger las visitas de Estado. El coronel será recibido en el Palacio de la Moncloa por el presidente del Gobierno, con quien cenará esa noche. La agenda del líder libio en su visita a España, que durará solo dos dos días, incluye un encuentro con los Reyes, una visita al Congreso y al Ayuntamiento de Madrid.
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