sábado, 24 de mayo de 2008

Daniel Luque se consolida como uno de los grandes toreros de España

José Tomás y Daniel Luque, a hombros por la Puerta Grande en la plaza de toros de Granada

El torero de Gerena Daniel Luque ha cuajado una gran faena al tercero de Cuvillo, una faena con gran temple, empaque y gusto, con algunos momentos de gran toreo. El torero se fue creciendo a lo largo de la faena y el trasteo terminó a más toreando Luque muy bien por ambos pitones. Remató de una gran estocada, la mejor de la feria hasta el momento. Dos orejas y fuerte petición de rabo
El sexto, fue un toro que se apagó pronto y con el que Luque quiso redondear su tarde por todos los medios. Quizá por eso alargó en exceso el trasteo aunque debe reconocérsele al hispalense su voluntad ante un toro que apenas transmitió al tendido.
23 de Mayo de 2008.
Plaza de Toros de Granada. Lleno, cartel de “no hay billetes”. Se lidiaron reses de Núñez del Cubillo, de escasa presentación, blandos y desrazados, que dieron poco juego, salvo el cuarto, el mejor del encierro. El primero fue devuelto a los corrales y sustituido por el sobrero, del mismo hierro. “Finito de Córdoba”: Estocada baja (ovación) y pinchazo hondo (oreja). José Tomás: Estocada perpendicular (oreja) y pinchazo hondo (dos orejas y rabo). Daniel Luque: Estoconazo (dos orejas y petición de rabo) y estocada y descabello al segundo intento (ovación). El banderillero Curro Robles se desmonteró en el sexto. José Tomás y Daniel Luque salieron a hombros por la Puerta Grande.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ganado: toros de Núñez del Cuvillo, el primero como sobrero, aceptables de presentación, nobles --excepto el sexto--, medidos de fuerzas y justos de raza.

Juan Serrano ´Finito de Córdoba´: estocada caída (ovación); y pinchazo hondo (una oreja).

José Tomás: estocada desprendida (una oreja tras un aviso); y estocada muy trasera y desprendida (dos orejas y rabo).

Daniel Luque: gran estocada (dos orejas con petición de rabo); y estocada desprendida y un descabello echándose el toro (ovación).

Cuadrillas: Rafael Rosa banderilleó bien al primero y Curro Robles saludó en el sexto con solo un par estimable.

Plaza: Granada. Lleno de "no hay billetes" en tarde de temperatura agradable y que amenazó lluvia.

José Tomás se llevó un rabo, pero el toreo de calidad lo pusieron Finito y Daniel Luque. Y es que el cordobés dejó algunos muletazos categóricos y el sevillano dibujó en su primero una faena de sumo gusto y torería. Por eso superaron al madrileño, que sin despeinarse explotó el favor del público, pero ni mucho menos fue el gran José Tomás. Venció en trofeos, sí, pero hasta ahí.

Le faltó toro a Finito en su primero, animal noble pero medido de fuerzas al que tuvo que dar muchos tiempos muertos. No hubo acople por la izquierda, por donde el ejemplar cabeceaba. Sin embargo, con la diestra, series a más, dando desahogo al principio y obligando al final. En el último tramo, además, derechazos encadenados de mucho temple y figura relajada. Buena faena, si no redonda por la falta de fuerzas del toro, sí bien estructurada y ejecutada. Labor de oreja, sin duda, de no haber caído baja la espada.


TOREO DE ALTO NIVEL Y en su segundo, aún más. A la segunda serie ya estaba el torero con los riñones encajados, citando a la media distancia, alargando el viaje. Le faltó al toro más pujanza, de ahí que no terminara de romperlo el torero. Aun así, un par de muletazos cerrando el círculo, rematando más allá de la cadera, fueron auténtico lujo en medio de un toreo de alto nivel.

Tampoco en este hubo sintonía para torear al natural. Ni el toro se dejó igual ni el torero dio el paso. Sin embargo, la última serie por la derecha, de pulso y lentitud, supo a gloria. Si el toro le hubiera permitido obligarlo más y si la estocada hubiera sido contundente, por actitud y categoría en el toreo, faena de dos orejas. La que se llevó, sin embargo, no tuvo discusión.

Como no la tuvo la faena de Luque a su primero. Bien plantado y toreando con mucho gusto, comenzó intermitente al manejar la diestra, pero con la zurda, siempre a más. Primero de uno en uno, luego encadenando los muletazos, siempre finalizando con largos y profundos pases de pecho, el sevillano encandiló al natural. Y de vuelta a la derecha, en corto y muy metido, toreo relajado, de mucha compostura y elegancia. Bien Luque, que aún dejó un circular invertido inmaculado y un cierre de faena con mucho sabor. Aunque para grande, la estocada, magnífica estocada, de perfecta ejecución, volcándose el torero y dejando enterrado el acero. El animal salió rodado y las dos orejas cayeron por su propio peso.

En el sexto, que se lo pensaba y embestía cabeceando, Luque se justificó, incluso con un arrimón final, para redondear su actuación con una ovación.

Al final, junto a él, a hombros José Tomás, aunque dicho queda que para ello contó con una plaza entregada. ¿Estuvo mal? Ni mucho menos. Pero el José Tomás que no lleva el riesgo al límite, que rebaja su compromiso en la colocación, o que no cuenta con la emoción del toro, es un torero más. Y eso fue ayer en Granada. En su primero, por ejemplo, animal soso, la faena contó con altibajos. Tuvo la virtud de aguantarlo para tirar de él, pero aquello no prendió.

Y en el quinto, faena un tanto superficial, con el torero tardando mucho en definirse. Por el derecho, en línea, rematando arriba y hacia afuera. Por el izquierdo, escaso compromiso en la colocación, perfilero y despegado. Hubo limpieza al natural pero faltó más verdad. Y aunque fue a más, al terminar enganchando con continuidad, sin embargo no alcanzó profundidad.

Algo decisivo, no obstante: los públicos están con José Tomás. Desde la ovación al finalizar el paseíllo, hasta conseguir para él un rabo a todas luces exagerado, la plaza fue tomasista. Pero ojo, el de ayer no es el genuino. Sin asumir riesgos, habrá que insistir, uno más. Eso sí, salió indemne, y eso para Córdoba y su Feria es una magnífica noticia. El miércoles, en Los Califas. Y Finito y Luque; no los pierdan de vista después de lo de ayer.

Anónimo dijo...

José Tomás ha cortado dos orejas y rabo al quinto de la tarde, toro manso al que el de Galapagar acabó fijando en la muleta a base de aguantarle. Soberbio el toreo al natural del madrileño y muy emotiva la faena que fue de menos a más, para abandonar finalmente el coso granadino en hombros junto a Daniel Luque.

Previamente, en su primero, Tomás había cuajado una labor llena de naturalidad y relajo en los primeros compases y de valor sereno con la muleta. Comenzó a calar en los tendidos desde que saludó a su oponente con primorosas verónicas y remató en los medios con chicuelinas enroscadas a su figura. Tras instrumentar un quite por gaoneras su faena de muleta se basó en la verticalidad en los giros de muñeca y en los cambios de mano. Tras resbalar la espada en el lomo del toro, mató de una estocada desprendida por lo que el toro tardó caer.

Por su parte, Daniel Luque ha cortado dos orejas (y la gente ha pedido el rabo) tras una espectacular faena al tercer toro de la tarde. El torero sevillano expuso mucho para sacar faena al parado tercero e ir tirando poco a poco de su corta embestida. El trasteo fue creciendo en intensidad e importancia y además supo ponerle brillante colofón con una gran estocada. Después, dio más de lo que merecía el deslucido y aspero sexto. Volvió a pegarse el arrimón y a sacar pases de crédito, matando de una estocada desprendida y un descabello.


Finalmente, Finito de Córdoba estuvo magistral con el cuarto de la tarde, que fue bueno, al que ligó tandas con la diestra, de mano baja, que tuvieron largura y empaque. Mató de un pinchazo hondo. Previamente había perdido con un bajonazo la recompensa a un importante inicio de faena con la muleta, en la que cuajó series extraordinarias con la diestra, por dónde el toro se desplazaba con nobleza. Tras echarse el engaño a la izquierda, la faena fue a menos y el toro acabó por rajarse.