Los vecinos temen que el proyecto minero y los empleos se vayan al traste
Un grupo de parroquianos se da cita en la Mano Negra a la hora del desayuno. Tras el mostrador, Jonathan confirma que la clientela ha bajado en los últimos meses, "aunque lo peor es que se fueran los canadienses de la mina". A un tiro de piedra, en el centro del pueblo, se ubica la oficina de Cobre Las Cruces. En Gerena hay una evidente preocupación por las noticias que llegan sobre el futuro de una industria que en los últimos años ha dejado un maná de millones en esta comarca de la Ruta de la Plata en forma de puestos de trabajo, alquileres de casas y compra de todo tipo de productos.
Que no haya empleo preocupa tanto o más que la situación ambiental. Cuestión de visibilidad: los parados deambulan por las calles o emigran, pero la contaminación que denuncian la Fiscalía y Ecologistas en Acción, de haberla, corre bajo tierra. Félix es jiennense y hace planes para regresar a casa tras haber trabajado en la mina llenando de combustible los depósitos de los camiones que transportan material. "Dicen que sobra personal. Como hay tanto empleo, lo que hace falta ahora es que echen a mikl o dos mil personas", afirma lacónico. Jonathan intenta poner algo de optimismo haciéndose eco de los rumores, según los cuales la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir dejará de poner pegas cuando la Junta se haga con su gestión en enero.
Plácido y Antonio montan guardia en la acera. Agricultor y zapatero jubilados, les preocupa que se repita lo ocurrido en la vecina Aznalcóllar. "Ésa fue una experiencia mala. Lo malo es que cierren y nos dejen otro agujero", dice Antonio.Unos metros más allá presta su testimonio un ex técnico de la mina que asegura que "a los chilenos", en referencia al equipo que diseñó la mina y el sistema de drenaje e inyección del agua, "les vino grande el proyecto". Pide que su nombre no aparezca en el periódico. Asegura que los planes fallaron porque los responsables desconocían el tipo de suelo existente en Gerena, donde no todo es granito. Por eso se vinieron abajo los taludes de la corta y por eso el agua se filtra hasta el mineral, contaminándose.
En la Inmobiliaria Alhambra, el alquiler mensual de un adosado ha pasado de 1.000 euros a 600. La demanda ha bajado porque la construcción de la corta está prácticamente concluida, aunque se mantienen alrededor de 1.500 puestos de trabajo entre fijos y temporales. Buena parte de la economía de Gerena y alrededores depende de la mina. Mercedes confía en la actuación de la empresa y opina que "los verdes deberían poner su atención en otros temas más graves". "Entiéndame: éste es nuestro negocio", se explica.
El alcalde, Jacinto Pereira (PSOE), es un veterano en el cargo que ha seguido de cerca la génesis de Cobre Las Cruces. Está molesto por que una suerte de mano negra intente poner en entredicho el proyecto. El primer dardo lo dirige contra la Fiscalía de Sevilla: "Como suele pasar en este país con el tercer poder, éste llega tarde". También rechaza tajante que la salud de las personas haya estado en riesgo porque "todos los análisis" realizados en el agua para consumo humano indican que el agua no ha estado nunca contaminada. "Quienes dicen lo contrario deberían demostrarlo con pruebas", sentencia.
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