En un documento que maneja la entidad y al que ha tenido acceso Efe, Cobre Las Cruces explica que la calidad del aire en su ámbito de actuación es 'la propia de un medio rural' y descarta que las labores de construcción de la mina de cobre, iniciada en 2006, haya alterado 'las condiciones existentes'.La empresa minera subraya que, con una periodicidad trimestral, remite a la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía los resultados de las mediciones que realiza.
Sus análisis se efectúan sobre partículas sedimentables y en suspensión de hasta menos de una micra de tamaño, sobre gases -como el monóxido de carbono-, y de metales, tales como el cobre, el arsénico, el cadmio, mercurio y zinc.Para evaluar la calidad del aire, Cobre Las Cruces dispone de siete estaciones situadas en un entorno de unos veinte kilómetros cuadrados y que están operativas desde 2005, es decir, desde un año antes de que se iniciaran los trabajos de construcción del yacimiento minero.Con este plan de vigilancia ambiental, la empresa asegura que 'amplía' los controles exigidos por la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) emitida por la Consejería de Medio Ambiente.
Por otra parte, Cobre Las Cruces ha señalado a Efe que desde abril de 2006 a finales de septiembre de 2007 se habían extraído 26 millones de metros cúbicos de tierras como resultado de las labores mineras.Asimismo, hasta la fecha, la entidad ha invertido en el proyecto un total de 239 millones de euros y tiene comprometidos otros 143, y según asegura la empresa los trabajos en el yacimiento de cobre generan más de 1.700 puestos de trabajo.
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